A finales del mes de Septiembre, Algarrobo conmemora el intento de quemar el pueblo por parte del ejército francés. Son tres días en los que, tanto vecinos como visitantes, se trasladan a la España de principios del siglo XIX, para rememorar los hechos acaecidos el 23 y 24 de septiembre de 1811. Además de las distintas recreaciones históricas, organizadas por la Asociación "Quema de Algarrobo", se realizan otras actuaciones y espectáculos, degustación de frutas tropicales y tortas de la localidad, ruta de la tapa, concursos, etc. Un fin de semana repleto de momentos y actividades, para el disfrute de algarrobeños y de todos los que nos visitan esos días, que cada año son más.
El intento fallido de la “Quema de Algarrobo” durante la Guerra de la Independencia
El 24 de septiembre de 1811 está escrito con letras de oro en la historia de Algarrobo. Fue el día que Algarrobo se mandó quemar por el ejército napoleónico y el día que los algarrobeños lo evitaron. Uno de los factores decisivos en el devenir de la Guerra de la Independencia fue la existencia de las guerrillas de los bandoleros, partidas de muy diferente composición y condición, que fueron capaces de poner en jaque al ejército más poderoso de aquel tiempo.
Para hacer frente a las mismas, el Comandante Bellangé llegó a la Axarquía el 21 de septiembre de 1811, al mando de una Compañía del Regimiento 58, una de sus columnas mandada por el Capitán Ricard es asaltada en Algarrobo, el 23 de septiembre, por la partida de José Segovia, causando la muerte de 12 soldados del ejército francés. La reacción de Bellangé no se hizo esperar y el día 24 llega, con todo su ejército, a Algarrobo, en busca de José Segovia, al que nunca logró apresar.
Aquí se acaba la historia oficial y entra la, muy verídica, leyenda:
La indignación, el orgullo herido y el afán de venganza, hizo que Bellangé tomara la decisión más cruel para Algarrobo, la quema de todo el pueblo. La reacción del pueblo fue enérgica, dirigiéndose a las autoridades en busca de clemencia, el Comandante concedió un plazo de 24 horas para obtener el perdón de las autoridades francesas de Málaga. Los algarrobeños eligieron el mejor jinete del pueblo, para que recorriera los 80 kilómetros de ida y vuelta a Málaga, usando varios caballos, de los que cuentan que reventó dos. El jinete llegó, con el indulto, a pocos minutos de que se cumpliera el plazo dado, entre el júbilo y la alegría de los vecinos de Algarrobo, el pueblo fue perdonado y los franceses se fueron cumpliendo lo pactado.