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Historia

Algarrobo es un municipio de la provincia de Málaga, perteneciente al Partido Judicial de Torrox, que se asienta sobre el valle que forman dos colinas muy próximas e inmediatas al río Algarrobo, el cual a través de una cañada viene a desembocar al Mar Mediterráneo.

Compuesto actualmente por Algarrobo, Trayamar, Mezquitilla y Algarrobo-Costa, estos lugares fueron asiento de los pueblos más dispares desde épocas remotas, como así testimonian los valiosos restos encontrados en las excavaciones realizadas en diferentes lugares de nuestro término municipal.Morro de Mezquitilla

El cerro de Trayamar acogió una ciudad ibérica o de la última época de la Edad del Bronce en la parte alta. Bajo ella se encontraron restos de ciudades fenicias de los siglos VII y VI antes de Cristo y una factoría bajo el ya existente poblado indígena. Los fenicios eran un pueblo con una importante actividad comercial y por tanto muy vinculado al mar que bañaba sus costas, dado que el barco era por aquella época la forma más rápida, fácil y cómoda de transportar pesadas caras sin dificultades y de la manera más rentable. Además, el Mar Mediterráneo poseía una enorme importancia por ser la vía de comunicación más rápida para unir oriente y occidente. Como consecuencia de esta actividad comercial los fenicios llegan a nuestras costas realizando un asentamiento. El lugar elegido por este pueblo para levantar su poblado fue una zona de lo que hoy día es Mezquitilla y que se conoce como “Morro de Mezquitilla”. A orillas de este lugar construyeron sus viviendas y un puerto aprovechando la bahía existente que permitía la comunicación directa con el mar, su principal fuente de riqueza. No muy lejos del poblado, al otro lado del río Algarrobo, en esa época parcialmente navegable, crearon su Necrópolis, lugar donde enterrar a sus muertos junto con sus riquezas. Esta Necrópolis se encontraba en lo que actualmente es Trayamar, existiendo en la actualidad uno de los hipogeos que pertenecían a esta Necrópolis y que puede visitarse.

Este pueblo, además del comercio, desarrollaba otras actividades. Una de ellas estaba relacionada con la obtención del tinte “púrpura”, extraído y elaborado a partir de un molusco que se cría en nuestras costas. Esta actividad se relacionaba con la importante industria de tejidos teñidos donde las lanas de ovejas constituía un producto muy apreciado. Gran importancia adquirió también la “salazón” del pescado como método de conserva.

Además de todas estas actividades, introdujeron numerosas innovaciones técnicas de las que cabría destacar la construcción de edificios, la industria cerámica a torno y la metalurgia del hierro. Se construyen desde muy temprano hornos destinados a la fundición de este metal para elaborar las herramientas demandadas por las necesidades locales.

Más tarde, los romanos dieron una nueva vida al antiguo poblado fundando una colonia un poco más al este, la cual tuvo una vida pacífica y próspera hasta que con la caída del Imperio Romano de Occidente y las invasiones germánicas comenzaron a despoblar los enclaves hasta ahora ocupados para adentrarse más hacia el interior buscando refugio en las colinas cercanas.

Tras los romanos serán los árabes los que lleguen hasta nuestras tierras y le devuelvan el esplendor y apogeo que antes poseían. Sus primeros pobladores serían los Beni Tumi, linaje de primitivos musulmanes que también llegaron a ocupar Argel, quienes establecidos en un lugar llamado Bentomiz, fundaron la ubicación actual de nuestro pueblo, asentado en un valle y protegido por la muralla natural que suponen las corrientes del río Algarrobo.

Los numerosos pueblos que por aquel entonces existen en la Axarquía, entre ellos Algarrobo, se encuentran bajo el abrigo del Castillo de Bentomiz construido en el siglo XI sobre un castillo romano. Éste servía de refugio para todos los habitantes de estos pueblos y por su ubicación (709 metros sobre el nivel del mar) le permitía controlar la mayoría de los pueblos y servir como centro militar.

La villa musulmana de Algarrobo contaba con un pequeño núcleo urbano con presencia de murallas que lo protegían (todavía pueden apreciarse restos en su zona nordeste) y vivía básicamente de la agricultura ya que ahora se encuentra lejos de la zona costera.

Todavía hoy conservamos el legado que los árabes dejaron en nuestro pueblo. De ellos heredamos la disposición de las calles, siendo la mayoría cuestas pronunciadas, estrechas, serpenteadas y con cierto carácter laberíntico; lo que les permitía poder defenderse de posibles ataques invasores.

Los árabes son un pueblo muy rico culturalmente hablando y que traen consigo adelantos técnicos que facilitan el trabajo de los campos, la navegación… Poseían ciertas industrias como un horno para cocer el pan y su respectivo molino, una almazara para obtener aceite que luego se vendía en una casa de la plaza. También existían pequeños zocos que eran mercados instalados normalmente en calles y plazas cercanas a la mezquita o junto a las puertas de la muralla. Fuera del casco urbano existían también edificios destinados a la transformación de los productos obtenidos en él para abastecer a la población de la villa. Había dos almadrabas para tejas y ladrillos y reparaciones de las casas, también dos caleras para producir cal, y algún que otro telar que fabricaba preciados paños de seda, muy cotizados en Europa y que llegaron a convertirse en la materia prima para confeccionar los trajes de diversas familias reales europeas.

Para los árabes, los árboles con mayor importancia eran los almendros, olivos y morales; estos últimos destinados a la alimentación de los gusanos de seda que mantenían la industria de los tejidos. La vid será también un cultivo importante ya que la uva pasa junto con la seda conformaba la base económica de este pueblo.

En abril de 1487 Algarrobo sería tomado por las tropas cristianas de los Reyes Católicos; un siglo más tarde, los moriscos que tras la reconquista quedaron en libertad, serían expulsados de la península como represalia por haber tomado parte en la sublevación acaecida en diversos lugares del reino, entre ellos la Axarquía. Con motivo de esta expulsión, la población de Algarrobo quedó por debajo de los cien habitantes, lo que provocó que, como otros muchos lugares, Algarrobo tuviese que ser repoblado con cristianos viejos procedentes de otros lugares de la Península a los que se les entregaron casas y tierras de los moriscos expulsados.

Durante esta época, Algarrobo será entregado en señorío a Algarrobo como otros pueblos rinde armas ante el rey católico que en 1492 concede a D. Pedro Enríquez, adelantado mayor de Andalucía, a Algarrobo junto con Salares y Benascalera en señorío. Por lo que así pasan muchos siglos. Con la reconquista, los moriscos quedaron en libertad, pero por tomar parte en la sublevación fueron expulsados, repoblándose Algarrobo con cristianos viejos y familias procedentes de otras regiones.

No es hasta el 18 de julio de1821 cuando se dio pie al requerimiento de la solicitud de la villa de Algarrobo para formar un Ayuntamiento Constitucional, esto es en la época del trienio liberal (1820 – 1823). También es en este siglo cuando los franceses invaden España y un tal Segovia junto con un grupo de algarrobeños tiende una emboscada en la cuesta de Cómpeta a una patrulla francesa aniquilando a todos sus componentes. Este suceso llegó a oídos del comandante francés en Vélez que mandó quemar la villa. Cuando los soldados se disponían a cumplir su misión, los vecinos encabezados por el alcalde salieron a su paso consiguiendo convencer al destacamento de que los atacantes eran fugitivos de otras tierras y pidiendo les permitieran interceder ante el Gobernador francés en Málaga para poder revocar la orden del comandante francés en Vélez. Consiguieron un margen de 20 horas para tal cometido. Un joven de la localidad se ofreció voluntario logrando en ese tiempo ir a Málaga, pedir audiencia urgente, convencer al Gobernador y traer el indulto a tiempo de evitar la quema. Cuenta la leyenda que en su misión reventó dos caballos.

De la segunda mitad de siglo es el bandolero Manuel Melgares Ruiz (3 de abril de 1837) de cuya partida formaban parte Luis Muñoz García conocido como “El Bizco de el Borge”, Manuel Vertedor García; Antonio Duplas, apodado ‘El Francés’; y Pepe “el Portugués”. Aunque El Bizco de el Borge es el jefe de la cuadrilla, Melgares lo es en realidad debido a su nivel cultural. La teoría al parecer más acertada sobre su final es que fue asesinado a manos de su propia cuadrilla en 1887.

A finales del siglo XIX Algarrobo sufre los efectos del cólera y la filoxera, que arrasó con numerosas plantaciones vinícolas. El 25 de diciembre de 1.884, Algarrobo, al igual que todos los pueblos de la zona, sufre los efectos de un gran terremoto con epicentro en Arenas del Rey, Granada, que aunque no causa muertos, sí heridos y numerosos destrozos que provocan la caída y derrumbe de casas, obligando a los vecinos a desplazarse a las zonas de alrededor cobijándose en los cortijos.

En 1905 llega el alumbrado al núcleo urbano. El 14 de abril de 1931 llega la II República y Algarrobo ve como uno de sus vecinos D. Enrique Ramos Ramos ocupa diversas carteras ministeriales siendo designado Ministro de Trabajo y Sanidad y Ministro de Hacienda durante los distintos gobiernos republicanos. Gracias a que nunca se olvidó de su pueblo en ese mismo año llega el teléfono, instalándose la primera línea en el Ayuntamiento.

Durante estos años, Algarrobo también es testigo de otro hito histórico, de una de sus vecinas, Dª Dolores Rivas García, maestra de profesión, se convierte en la primera mujer en ser designada alcaldesa en la provincia de Málaga, tras ser nombrada regidora de Canillas de Aceituno en 1933.

La Guerra Civil no afectó, afortunadamente, a la vida de los algarrobeños, siendo su toma el 9 de febrero de 1937. En 1975, Algarrobo recibe el premio provincial de embellecimiento; y el 19 de abril de 1979 se celebran las primeras elecciones municipales.

 

Ayuntamiento de la Villa de Algarrobo